Duele. Duele llegar a la conclusión de que somos una masa borreguil que vota en algunas ocasiones creyendo que hacemos lo mejor, cuando la verdad es que el cambiar por cambiar no nos asegura la mejora. Podemos
perfectamente cambiar a peor.
Si, estoy hablando de lo tontos que podemos llegar a ser, si votamos el próximo 20 N pensando que conocemos la forma de mejorar, con solo la emisión de lo más resumido que hay en la política, el voto.
Y pensando que conocemos la forma, solo nos falta que los medios nos cuenten "su" verdad, o nos oculten, para seguir
haciéndonos tontos, la autentica verdad.
Y es que en
Cantabria, de tontos que podemos llegar a ser estamos listos con los medios escritos de supuesta "información" que poseemos. Es digno de reconocer el poder de lavado de mentes, caras y manos que un
panfleto de dirección
derechucia editado en
Euskadi como el Diario
Montañes, tiene en la concepción de la realidad autentica de muchas personas que lo leen, panfleto que bien podríamos llamar, el asentador de las verdades de los bares, por su difusión entre estos establecimientos, que junto al Marca, y su escaso rigor periodístico de imparcialidad, decoran las barras de los locales hosteleros junto con vinos, cañas y pinchos.
Así es, la cosa es sencilla, puedes ir al bar y tomarte algo con el dinero que bien podrías haberte gastado en otro periódico menos manipulador, ahorrarte el dinero y con él tomarte algo, leer el Diario
Montañes si está libre, y a continuación dar por sentadas patochadas y decir tonterías con el respaldo de que si lo pone en el Diario, es verdad, y si no lo dice no existe.
Damos ejemplo reciente: En todos los medios estatales hacíamos el ridículo los cántabros, cuando nuestro presidente, Ignacio Diego, insultó gravemente llamando comedores entre otros al el
exsecretario general de la
ONU y
Nobel de la Paz en 2001,
Kofi Annan, o al
exprimer ministro irlandés
Bertie Ahern, en la llamada conferencia de paz, de San
Sebastián -
Donosti, y ciudad que nuestro presidente también despreció
llamandola con sorna "la ciudad de las estrellas
Michelin", y ese mismo día el Diario
Montañes no dijo nada de lo ocurrido. ¿Nos quiere hacer tontos o que?
Y es que las intenciones de un medio como este son claras, quieren hacernos tontos para que votemos al
PP, las cosas no cambien, y seguir siendo el manipulador de conciencias que es, seguir
llenandose los bolsillos con pasta de todos y publicidad
institucional, y de paso quedar muy bien ilusionando a la gente que rellena cartillas
domingeras a precio de oro, para conseguir un reloj o una moto
electrica, que bien.
Claro está, yo no compro el Diario
Montañes, es más, escribo en un panfleto llamado el Diario
Ñero que no le llegará nunca ni a las suela de sus zapatos, que le vamos a hacer. Pero no me importa, al igual que a ellos soy parcial, lo neutro me repele tanto como lo negativo que representa la derecha y el Diario
Montañes, pero soy capaz de convivir con ambos, como quien dice lo tengo en casa, la vida es así, lo admito, pero podemos mejorarla. De momento me gustaría un movimiento similar al 15M contra la manipulación periodística (¿ocuparíamos los quioscos o los bares?), aunque no creo que se colmen mis aspiraciones, ya que en unas elecciones como las del 20N, más importantes si cabe, para las aspiraciones y propuestas del movimiento 15M, que las pasadas del 22 M, su fuerza parece que se ha diluido desde que no se si provocado por el 15M o por su cantera de
abstencionistas el
PP arrasa en las elecciones.
¿Solo votan los tontos? ¿Y para ello nos quieren hacer tontos?
Saludos
Ñeros