El
DIARIO ÑERO se ha propuesto denunciar a través de sus artículos las exaltaciones franquistas que aun perduran en los pueblos de Trasmiera, y en este caso le ha tocado a la iglesia de Ajo en el municipio de Bareyo.
Y es que la existencia aun de estas inscripciones en muchos lugares de nuestra geografía, puede significar la pervivencia en algunas personas de sentimientos de encumbramiento, elevación, elogio, alabanza o glorificación de personajes absolutamente antidemocráticos como José Antonio Primo de Rivera, que aprovechándose de supuestas víctimas de una guerra provocada por él mismo, y por Franco, entre otros, quisieron perpetuar su antidemocrática forma de ver la cosas tallando sus nombres y sus símbolos en muchas iglesias, con el consentimiento, en la mayoría de los casos, de sus párrocos, y ahora con las pocas ganas de rechazarlos y eliminarlos.
Con estas denuncias públicas, el
DIARIO ÑERO quiere potenciar la vergüenza que todos los demócratas deben de tener por la existencia de estos encumbramientos antidemócratas, y que entre todos y todas los que deseamos la democracia, reclamemos su desaparición, tanto de los lugares públicos como privados de uso público.
Saludos Ñeros.
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