El Racing está muy molesto con la decisión del aeropuerto de Parayas de no dejarles aterrizar el próximo sábado en el aeropuerto cántabro en su viaje de regreso de Alicante. Por sólo 20 minutos tendrán que hacerlo en el de Loiu (Bizkaia) y regresar a la capital cántabra en autobús. Sin embargo, lo que menos gracia les hace es que las instalaciones aéreas hicieran una excepción el 6 de marzo para que el Real Madrid pudiese despegar tras el encuentro frente a los verdiblancos. Parayas estuvo abierto hasta las doce de la noche para que el chárter del Madrid pudiese salir. Para ello, la entidad merengue pagó las tasas pertinentes: 3.000 euros. La agencia de viajes que diseña los desplazamientos del Racing insistió esta semana en llegar a un acuerdo. Los impuestos que el Racing debería pagar por el tamaño de su avión son de 600 euros y desde la empresa se mostró la intención de abonar algo más si fuera necesario. Pero no hubo respuesta positiva.
La noticia ha sentado muy mal en el vestuario, ya que saben que el viaje se alargará más de la cuenta y que tres días después tienen un nuevo encuentro en casa frente al Hércules
«Es una pena»
«No entiendo porque al Madrid le abrieron el aeropuerto un par de horas y a nosotros no. Con este precedente, la decisión fastidia un poco. Que vengan de fuera y les hagan el favor...», señalo ayer el capitán del equipo, Pedro Munitis, que se mostró, no obstante, «seguro» de que los responsables del aeropuerto les dejar án finalmente «venir a Santander». «Y nosotros se lo vamos a agradecer. Estoy convencido de que nos van a echar un cable», concluyó. Por su parte, Marcelino admitió que «jugándonos una final el martes es una lástima que no nos dejen aterrizar».
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