Hace unos 20 años se presentaba por la UPCa (Unión para el Progreso de Cantabria) con el eslogan "Somos un pueblo", ahora pasa los últimos días en conferencias allá donde le invitan.
Asociaciones donde sale malhumorado, partidos de extrema derecha en la Junta de Voto y entrevistas en diferentes medios. En todos dice que se siente amordazado. Numerosos Medios de Comunicación han vetado sus declaraciones porque es políticamente incorrecto. Esta circunstancia es un dogma para muchos editorialistas. Mucho más en periodo electoral. Es un tipo incómodo. A pesar de que es complicado seguir el hilo de sus largas peroratas, sus argumentos siguen generando titulares.
Hoy , en AQUÍ DIARIO nos ha dado otro titular. El que en otro tiempo fuera todopoderoso presidente de Cantabria aupado por el PP, reniega ahora de sus compañeros y señala con el dedo a quienes responsabiliza de la inestabilidad de Cantabria durante lustros. “
Si pudiera votar no sería al PP de Cantabria”, asegura.
Él sigue vendiendo su ‘libro’, un texto mecanografiado de más de mil páginas donde trata de limpiar su nombre. Y a pesar de los achaques y de la fragilidad de sus piernas no ha perdido un ápice de intensidad en la defensa de sus argumentos.