Sorprende los
paralelismos que existen en ciertas maneras de actuar de los "
pseudopolíticos" a nivel local y a niveles más altos.
Bien podríamos afirmar que Madrid,
Monegros, Castilla la Mancha, Comillas o
Bareyo en poco se parecen, pero el anuncio de
macroproyectos que prometen no se cuantos puestos de trabajo y fábricas de riqueza para vecinos y
empresas unen a estos lugares, y desgraciadamente a otros muchos.
En estos días podemos ver que un empresario con
interés por construir una pequeña ciudad de Las Vegas en Madrid pide que se cambie el Estatuto de los
Trabajadores para relajar la “rigidez de los convenios colectivos” y
la Ley de Extranjería para acelerar la concesión de permisos de trabajo y dar “un trato preferente” a sus empleados foráneos; dos años de exención total o casi total del pago de las cuotas a la Seguridad Social y de todos los impuestos estatales, regionales y municipales; que el Estado sea garante de un préstamo de más de 25 millones de euros que solicitaría al Banco Europeo de Inversiones; y nuevas infraestructuras (metro, cercanías, carreteras, conexión con el AVE) en la zona de
Valdecarros donde se instalaría el complejo, del que habría que trasladar el vertedero de
Vademingómez y el asentamiento de la Cañada Real, vamos, que tipo este pide el "oro y el moro" y, al día siguiente Esperanza
Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Ana Botella, alcaldesa de Madrid se une para decir que se cambiará lo que sea necesario para conseguir los nada menos que 200.000 puestos de trabajo que este, poco escrupuloso empresario quiere.
Primero ¿Pero quien se cree esto? Proyectos similares del mismo empresario en
Monegros (
Aragón), Reinos de Don Quijote en Ciudad Real, Macro-casinos en Asturias, fracasadas
Terras Míticas, ciudades de la cultura en Santiago, o proyectos de Campos de golf fraudulentos en Comillas y por la misma empresa en
Bareyo son utilizados para sorprender con regocijo a los comunes e ignorantes mortales que en ocasiones cambiamos nuestro voto por los "cantos de Sirena".
Dos campos de golf en Ajo, uno por la zona de la ría y otro por la zona del Cabo de Ajo. ¿A quién pretenden engañar? ¿Quien va a ser el empresario que primero tenga y luego suelte unos millones de euros en ejecutar una obra o dos que no es rentable? ¿La
rentabilidad no la da el campo o los campos? ¿La dan las segundas residencias que se construyen aprovechando los cambios en el
PGOU? ¿Tenemos segundas residencias sin vender y sin acabar y hacemos más? Las
afirmaciones alcaldiles de estos casos dañan la razón y parecen que nos tratan como tontos.
¿De verdad somos así de tontos?
El caso es que ser un o una
caradura hace que te voten y que se te llenen los bolsillos de pasta, porque solo siendo un
caradura se prometen cosas que no
cumpliras, pero siempre esta la oposición para echar la culpa de tus incumplimientos.
Este terreno vale hoy un
millón de euros para un campo de golf,
votadme. Al día siguiente: ¡¡
Mecachis!! Los ecologistas no me dejan hacer el campo de golf, (pero ya me votasteis). Y así igual con los casinos.
Saludos
Ñeros