Chipre está de moda, mejor dicho, hablar de la crisis que sufre Chipre llena telediarios, informativos y periodicos, pero ¿Que és Chipre?
Ese país que muchos sólo conocen por Eurovisión y del
que tanto se habla hoy en los periódicos y radios de España, Chipre, es
un lugar muy peculiar desde el punto de vista histórico, cultural y
político. Siguiendo la discutible teoría del ‘choque de civilizaciones’
de Samuel P. Huntington, por Chipre pasan al menos tres líneas de
fractura entre civilizaciones. En realidad, no se puede entender bien
qué se juega no ya Europa, sino Occidente, en Chipre sin conocer 10
claves de las que casi ningún medio habla y que hacen que lo que ocurra
en la pequeña isla del Mediterráneo tenga implicaciones geopolíticas,
económicas y religiosas a escala global.
1. Un país tutelado…
La República de Chipre existe desde 1960. Antes
estaba bajo dominio británico y todavía antes pertenecía al Imperio
Otomano. Su independencia fue acordada y tutelada por tres Estados
garantes: Reino Unido, Turquía y Grecia. Chipre pertenece a la
Commonwealth y conserva algunas costumbres de Reino Unido. Londres
mantiene dos bases militares en terreno que sigue perteneciendo a Reino
Unido.
2. …y dividido
Es conocido que el norte de Chipre fue invadido en
1974 por Turquía, como respuesta al intento de un grupo de
grecochipriotas de extrema derecha (nacionalistas griegos) que, aliados
con el Gobierno golpista de Atenas -la Junta- buscaban la anexión de
Chipre a Grecia. La llamada ‘Énosis’. Actualmente, la denominada ‘zona
libre’ de la isla es en la que opera la República de Chipre, reconocida
internacionalmente y miembro de pleno de derecho de la ONU. El tercio
ocupado se autodenominó República Turca del Norte de Chipre (RTNC), un
territorio sólo reconocido por Turquía, que ocupa ese territorio desde
la invasión. Ankara ha ‘importado’ al norte de Chipre población de
Anatolia para intentar alterar el equilibrio demográfico histórico de la
isla (70% grecochipriotas, 30% turcochipriotas).
3. Ser chipriota es (casi) imposible
En Chipre muy poca gente del total de su población
(que ronda el millón de personas) define su nacionalidad simplemente
como ‘chipriota’. No existe un ‘nacionalismo chipriota’ ni una identidad
nacional chipriota. En general los chipriotas que sólo se definen como
‘chipriotas’ han sido represaliados cuando no depurados. No son bien
vistos por los nacionalistas de uno y otro lado. La mayoría de sus
habitantes se consideran o griegos o turcos y eso pese a que
grecochipriotas y turcochipriotas comparten rasgos culturales comunes,
algunos de origen árabe, también comunes a países de Oriente Próximo.
Rasgos que no se hallan ni en Grecia ni en Turquía. Además, en Chipre,
como antigua colonia británica, perviven usos y costumbres como circular
en coche por la izquierda. Reino Unido, además de Grecia, funciona en
buena parte como ‘metrópoli’ educativa para los estudiantes chipriotas.
Por otra parte, durante la Guerra Fría no era infrecuente que jóvenes
chipriotas fueran a estudiar a Rusia y a la R.D.A.
4. La ‘familia’ ortodoxa tira mucho
La religión mayoritaria entre los chipriotas de
origen turco es el islamismo; entre los de origen griego, el
cristianismo ortodoxo. Chipre tiene su propia Iglesia ortodoxa nacional.
Durante siglos, tanto en Grecia como en Chipre, territorios a menudo
invadidos por potencias extranjeras, la Iglesia ortodoxa ha jugado el
papel de aglutinador del sentimiento nacional. En cierto modo, “ser
griego” ha sido durante siglos sinónimo de ser “cristiano ortodoxo”.
Entre los países ortodoxos, Rusia, Serbia, Grecia, Chipre, etcétera,
existe una hermandad, a veces inconsciente, en la que el concepto de
‘Occidente’ no siempre está bien visto. Rusia no sólo ayuda al Gobierno
grecochipriota (2.500 millones de euros en 2011) por su histórica
necesidad de una base permanente en el Mediterráneo. Chipre no pide
ayuda económica a Rusia simplemente porque Moscú se muestre receptivo.
Ambos países se sienten parte de una comunidad, la ortodoxa, ajena
–cuando no enfrentada– a Occidente. Es el mismo tipo de psicología
colectiva que explica la posición que mantuvieron Grecia y Chipre
respecto a Serbia durante la última guerra de los Balcanes. No es raro
encontrar monjes y símbolos nacionales rusos, serbios, etcétera, en los
monasterios chipriotas. La relación es, salvando las distancias y las
asimetrías, parecida a la comunidad de países iberoamericanos, incluida
España. Para la mentalidad centroeuropea más cuadriculada, Chipre y
Grecia son elementos ‘orientalizantes’, difíciles de entender.
5. Cuestión de símbolos
En el subconsciente colectivo de la mayoría de
grecochipriotas subsiste el deseo de ‘Énosis’ (unión) con Grecia
alimentado por un miedo cerval a una invasión de Turquía, una potencia
militar de primer orden. En todos los colegios públicos de la República
de Chipre ondean dos banderas, la chipriota y la griega, al igual que
las banderas turca y la de la autodenominada RTNC ondean en la escuelas
de la zona ocupada. El himno nacional de la República de Chipre es el
himno de Grecia. La Constitución chipriota permite que la comunidad
griega celebre el Día Nacional de Grecia y la turca, el de Turquía. De
hecho no es raro que jóvenes grecochipriotas cumplan parte de su
servicio militar (obligatorio) en Grecia y que jóvenes griegos lo hagan
en Chipre. El jefe supremo del Ejército chipriota es Konstantinos
Bisbikas, nacido en Grecia y teniente general del Ejército griego. Con
todo, Turquía y Grecia pertenecen al mismo club militar: la OTAN. Chipre
no.
6. ¿Parte de la UE está ocupada por Turquía?
Pues algo así. La entrada de Chipre en la UE en 2004
supuso de hecho que un trozo de la Unión Europea esté ocupado por
Turquía y, además, por Reino Unido, que conserva los territorios de las
citadas bases militares. En Chipre, por otro lado, opera desde 1964
UNFICYP, la primera misión de ‘cascos azules’ que creó la ONU en su
historia. Su objetivo es evitar la violencia entre las comunidades greco
y turcochipriota. La UNFICYP está formada por soldados de Argentina,
Australia, Austria, Bosnia-Herzegovina, Canadá, Croacia, El Salvador,
Hungría, India, Irlanda, Italia, Montenegro, Países Bajos, Perú,
Eslovaquia, Ucrania y Reino Unido.
7. Otras filias y fobias vecinales
Pese a que Chipre e Israel son los países de la zona
con un nivel de vida y un sistema pluripartidista homologable, en
general, los Gobiernos de la República de Chipre no han sintonizado con
su vecino. Sin embargo, sí lo han hecho con Líbano, Siria… La razón,
entre otras, hay que encontrarla en la buena sintonía que ha habido
tradicionalmente entre Turquía e Israel (hasta la llegada de Erdogan a
Turquía). Hay otro motivo, de raíz más histórica. Serbia, Grecia y
Chipre, por un lado, y muchos países árabes, por otro, comparten un
pasado de dominación por el Imperio Otomano (o sea, turco).
8. Una misteriosa red
En 2001 el Parlamento Europeo elaboró un informe en
el que expresa sus sospechas de que una de las bases británicas, la de
San Nicolás, pertenece a la Red Echelon de control global de la
información. Esa red es un consorcio militar formado por Estados Unidos,
Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Es capaz de interceptar
comunicaciones de satélite, teléfono móvil, fijo, correos electrónicos,
etcétera. No olvidemos que Chipre es un observatorio privilegiado para
monitorizar todo lo que ocurre en Oriente Próximo, en especial el
conflicto árabe-israelí.
9. ¿Y el dinero?
En 2006 la Bolsa de Chipre tuvo la genial idea de
unir su plataforma de operaciones a la de la Bolsa de Atenas. Desde
entonces la suerte de un mercado bursátil ha corrido pareja a la del
otro. Prácticamente todos los bancos griegos tienen filiales en Chipre y
viceversa. Cuando los bancos matrices de Chipre vieron cómo sus
filiales griegas empezaban a perder dinero enviaron unos 4.500 millones
de euros para refinanciarlas. Lo perdieron todo, el equivalente a un 25%
del PIB del país, con la quita sobre la deuda griega. Fuentes del
ministerio de Economía chipriota calculan que, de los alrededor de
17.000 millones de euros que necesita ahora Chipre, 8.000 millones los
ha perdido en Grecia.
10. Aquí huele a gas
La gran esperanza de la isla se cifra en un nuevo
yacimiento de gas natural. Antes de agosto se sabrá a ciencia cierta
cuánto gas hay (las estimaciones hablan de 200.000 metros cúbicos).
Nicosia calcula que de su explotación podrá obtener 80.000 millones de
euros, pero la extracción comenzará, como muy pronto, en 2018. A la
troika ese gas no le sirve como garantía, prefiere que se comprometan
recortes sociales antes de ofrecer el dinero para el rescate chipriota.
Quien sí ha mostrado su interés en el gas chipriota es ¿lo adivinan?
Rusia.
Saludos Ñeros
Fuente: La Marea