Por dos veces he estado en el monumento memorial a la batalla de Waterloo (Lion`s Mound) pero la más recordada ha sido la primera.
Allá por mayo de 1999, curioseando por Belgica una nublada mañana de niebla espesa, la casualidad me hizo llegar a Lión´s Mound en Waterloo, la niebla apenas me dejaba ver la silueta de un monte cónico coronado por un monumento. Waterloo leí en un cartel. En ese momento me dí cuenta de estar en un lugar donde los caminos de la historia europea se habían definido por una gran batalla bélica.
Hoy se cumplen 200 años de aquella famosa batalla. Hoy, 200 años después, especulamos de como sería el mundo su hubiese ganado Napoleón. Hoy podemos sacar multitud de enseñanzas de ese famoso hito histórico.
La mía se resume con las palabras del Conde de Wellington al acabar victorioso y ver el campo de batalla lleno de muertos de uno y otro bando: "
Al margen de una batalla perdida, no hay nada más deprimente que una batalla ganada".
En una victoria siempre hay algo que se pierde, y más cuando es una gran victoria.
El más grande siempre cae algún día.
Saludos Ñeros.