Hablar de los pimientos de Isla es hablar de un producto con nombre y
apellidos, de un alimento con mayúsculas. Qué mejor momento que estos
días, en los que están apareciendo los primeros de la cosecha de la
presente temporada, para presentar este manjar.
Curiosamente, el 1 de enero de 2009, los mejores horticultores han obtenido la
Certificación Controlada de la Oficina de Calidad Alimentaria de
Cantabria, con el fin de garantizar la calidad singular de este producto
y como paso previo a la obtención de la Denominación de Origen.
Como todos los pimientos provienen de América, concretamente el Pimiento
de Isla es una variedad del Pimiento de California, aunque presenta
unas características morfológicas y agronómicas propias que lo
convierten en el mejor pimiento de asar del mundo. Entre sus
características fundamentales, los 'pimientos de Isla' poseen un espesor
de pared mayor que el de California, llegando a superar un centímetro
de grosor. Además son más largos que anchos, al contrario que este
último.
Otro aspecto, muy a tener en cuenta, es que la planta del
'pimiento de Isla' es de porte más bien pequeño.
A estas alturas muchos se preguntarán a qúe es debido que el pimiento,
en la zona de Isla, presenta tantas peculiaridades. Pues bien, por un
lado, se debe al tipo de terrenos arenosos y sueltos. Por otro, al
característico clima de Isla que, influido por el mar Atlántico y con
flashes del clima mediterráneo, hacen que la brisa marina impregne la
atmósfera de sal, lo que le proporciona una dulzura y una explosión de
sabor extraordinaria e inconfundible, que lo hace muy apreciado por los
paladares más exigentes.
Los mejores horticultores han
cosechado en sus tierras plantas de las que han brotado nada más y
nada menos que ocho pimientos. Dicen los entendidos que hay dejar bien claro un matiz. «A pesar de que todo
el mundo piensa que el pimiento de Isla tiene cuatro vientres (o
lóculos), hay que decir que, aunque menos, existen también algunos de
tres vientres que no por ello dejan de ser pimientos excelentes y de
Isla».
Como hemos visto, en esta localidad del municipio de Arnuero, así como en municipios cercanos de Noja y Bareyo, se dan
unos pimientos excelentes, pero, ¿por qué la fama se centran en una sóla
hortaliza? Pues hay que pensar que el
pimiento se lleva cultivando desde finales del siglo XV, trasmitiéndose
las semillas de generación en generación. Además no se debe olvidar
también la importancia que tradicionalmente tuvo la pesca en Isla y en la costa trasmerana, en
especial la pesca de túnidos y bocartes (anchoas), y estos pescados maridan perfectamente con
un pimiento de la calidad del de Isla.
Por su calidad y sencillez, esta variedad de pimientos se han colado en
las cartas de los principales restaurantes de Cantabria. Influye,
además, su versatilidad, que ofrece un sinfín de soluciones para su
preparación. Cuando está verde es una delicia frito en aceite de oliva.
Cuando llega a su plena madurez, adquiriendo un color rojo muy intenso,
ya hemos dicho que es el mejor pimiento de asar del mundo. Una vez asado
se presta a una buena ensalada con ventresca o con anchoas del
Cantábrico. La otra opción, probablemente la que más gusta al amante de
los pimientos, es freirlos con ajitos y abundante aceite. Se convierte,
de esta forma, en el perfecto acompañante de unos huevos fritos, con un
poco de lomo adobado o incluso tortilla de patatas.
Son muy pocos los hogares en los que realmente se adquieran pimientos
recién recogidos, se pelen, se asen, y se preparen al gusto.
Hoy en día
existen causas que, si bien no son son suficiente motivo para no
hacerlo, al menos justifica que no se ase el pimiento. Una de ellas,
sin duda, es el ritmo de vida que acostumbra a llevar el ciudadano
medio, que está provocando que muchos de los hábitos tan saludables,
como puede ser cocinar, se estén perdiendo.
Este hecho de perder el hábito de la cocina, acentúa aún más si cabe, el
efecto del pimiento de isla en el paladar del buen comedor. El olor se
hace más intenso e irresistible, pues constituye algo poco frecuente, de
ahí que algo tan simple como un pimiento, en realidad se encuentre al
mismo nivel que los entrantes más prestigiosos de un restaurante, como
puede ser un plato de jamón o una ración de gambas a la plancha.
Decantarse por estos productos de alta gama o por unos buenos pimientos
de isla acompañados de anchoas del cantábrico, es una labor a menudo
ardua. Podemos decir que con la pérdida de la costumbre culinaria, el
pimiento ha pasado de alimentar a millones de hogares a degustarse, en
su mayoría en restaurantes.
Evidentemente en esta selección no contamos
con las excepciones que, todavía en la actualidad, siguen asando de
forma maravillosa este producto. Sin duda, el mejor pimiento del mundo.
'Rabas de tierra'. En la localidad de Isla, ha irrumpido con fuerza en
los últimos años, un plato peculiar por su denominación. Son las 'rabas
de tierra'. Es el resultado de combinar el segundo producto estrella de
isla -el primero es la langosta-, el pimiento, con la técnica del gran
pilar del aperitivo cántabro, las rabas. Se trata simplemente de
pimientos de Isla, verdes, cortados en finas láminas que simulan la
forma del calamar y elaborados con el mismo procedimiento de las rabas,
es decir, rebozados y fritos.
Buen provecho y saludos ñeros.