¡¡CUIDADO!! EL NUETÍELAGU DESPIERTA EN SAMUÍN (Halloween)

NUETÍELAGU

Es sabido que en la noche de Samuín (Halloween) comienza la etapa oscura del año. Las gentes encienden fuegos nuevos para recibir a sus antepasados y usan calaveras y calabazas para espantar a los malos espíritus. De esos que tenemos que cuidarnos esta noche y todas.

Cuenta la leyenda, que en los montes de Cantabria vive una extraña ave, por llamarla de alguna manera. En el último día del invierno, cuando se atisban los primeros calores primaverales, un viejo murciélago y una nuétiga (lechuza) se juntan en la entrada de alguna cueva rocosa para "asubiasi" del calor. De la casual coincidencia surge el amor entre ambas especies y se aparean. Sabiendo ambos de lo raro de su amor permanecen juntos sin salir de la cueva, hasta que el hambre hace morir al viejo murciélagos, menos acostumbrado al ayuno, y la nuétiga huye del lugar.

Cinco años y tres meses pasan hasta que la nuétiga pone un huevo totalmente esférico y negruzco, el feo huevo es abandonado inmediatamente, y a los 15 días, en el afelio (máxima distancia de la tierra al sol), del huevo nace un animal entre nuétiga y murciélago, con pelo en vez de plumas, pico largo y puntiagudo, alas de murciélago y garras afiladas, y con colores salteados por su negruzca piel. Su sangre es como el aceite que las nuétigas roban en las ermitas y su corazón es de piedra.

El animal nace fuerte y con unos ojos amarillos como el fuego abiertos. Son sus ojos lo peligroso del animal, hacen que cualquier animalillo caiga fulminado con solo mirarlos. Este pájaro de ojos amarillos vuela a los pocos días de nacer y su mirada puede matar a una persona si a la vez suena la campana de una iglesia. Dicen que el único remedio para su mirada es mirar el vuelo de una golondrina mientras se recita:

Quitasti a Dios las ispinas

Quítame a mi el mal ardienti

d`esti pájaru malditu

que por sangri tieni aceiti.

"Peru el su volar le delata" -dice la gente del campo, ya que cuando vuela suena como un lamento, y oyéndolo de lejos se puede uno poner a refugio de su mirada o buscar el vuelo de una golondrina

Cuando el sol calienta, al nuetiélagu le hierve su aceitosa sangre, teniendose que esconder del calor todo el verano y no saliendo hasta la noche de Samuín hambriento de presas.

Diez años le duran las alas al nuetiélagu, y justo antes de que se le caigan se lanza a un río donde vive 90 años más.

Cuando el sol del verano calienta las aguas de los ríos, éste maligno animal hace cuevas en el fango de los ríos y provoca pozos donde se pueden ahogar los niños, cuando se forman remolinos.

A los cien años justos de su primera víctima el pájaro muere, y las aguas se vuelven rojas y pestilentes hasta que una riada las renueva.

Saludos Ñeros.


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