Cuando uno se marca como objetivo personal ser algo, y lleva muchos años tratando de conseguirlo, el serlo se convierte en la única prioridad sea como sea.
Yo he aprendido con el paso de los años que hay que ser muy cuidadoso con lo que se desea, no vaya a hacerse realidad, el deseo por el deseo puede convertirse en obsesión enfermiza y en daño colateral.
Para mí, es eso precisamente lo que le pasa a Mariano, que le da igual como, pero él quiere ser presidente. Eso le lleva a ser tan inoperante en su aportación de ideas para la buena gobernanza como obtuso a la hora de vender su cooperación, puede que un día llegue a ser presidente pero lo será quemado por nula aportación a la mejora y lo será quemado por las ansias de quienes le rodean de que se caiga.
El aguante que tiene puede ser envidiable, da la impresión que nada de lo que ocurre en su partido le altera mientras no cuestionen que él es el numero uno.
Atentos, puse numero uno y no liderazgo, el liderazgo lo tubo José María, por poco que me guste reconocerlo José María lideró su partido, y un atentado lo llevo cual héroe en volantas a la presidencia, todo hay que decirlo, el atentado y los votos de la gente.
¿Liderazgo de Mariano? A Mariano lo puso José María, de que iba a ser si no Mariano el numero uno. Vamos a ver, Mariano no es tonto, se dio cuenta de quienes se frotaban las manos pensando en su caída y poco a poco se los quitó de encima, y ahora se acompaña de monjas como Sor Haya que ansían más el poder que el puesto de número uno. Antes tenía perros de presa, ahora perras de presa, ha cambiado el género de animal y la presa, ya no es él la presa.
El caso es que para hacer muchas de las cosas que José Luís propone, para bien o para mal pero propone algo, el respaldo de los votos del grupo que más tiene no basta, necesita también el respaldo, aunque sea a regañadientes, de los votos del grupo que tiene el segundo puesto en número de escaños, y estos no lo dan.
Recuerdo que el Parlamento lo conforman las elecciones y no las encuestas, y se le olvida a la gente que Mariano tiene menos apoyos que José Luís.
Así se hará realidad aquello de “Cuando peor, mejor”, a todos nos puede ir peor, para que a Mariano le vaya mejor.
Lo mejor de todo es que vamos a salir de la crisis, con la ayuda de Mariano o sin ella, con el acierto de José Luís o sin él, más pronto o más tarde, y el que sobreviva se reirá de todo esto pero podrá tener bien claro quien quiso ayudar y quién no.
Saludos Ñeros.
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