Los técnicos del Instituto Cartográfico Nacional han trabajado con actas fechadas entre 1920 y 1930 en las que aparecen descritas las ubicaciones de los mojones que marcan sobre el terreno los límites entre ambos municipios.También se han basado en el Cuaderno de Topografía de los municipios trasmeranos bañados por el Campiazo.
Con estos datos, se han podido encontrar los mojones que aún perduran y reconstruir "con precisión" los límites territoriales, que no serán modificados y que deberán ser validados por los dos municipios, según ha informado en un comunicado el Gobierno de Cantabria.
El responsable del proyecto, Antonio Mañero, ha subrayado que, en este caso concreto, han aparecido muchos mojones, lo que, según ha explicado, "ha facilitado mucho la tarea" y "favorece la consistencia técnica del trabajo".
Los dos ayuntamientos deberán dar por bueno el deslinde, que deberá aprobarse en sus respectivos plenos, y firmar las actas de las actualizadas fronteras municipales.
En caso de que existiera algún conflicto entre ambas administraciones locales, se realizará una visita sobre el terreno para delimitar con mayor precisión la línea divisoria entre municipios.
Con este sistema, con el que se actualizarán las coordenadas de más de veinte municipios orientales de Cantabria, a los mojones localizados se les asignan unas coordenadas UTM para que, aunque desaparezcan, se puedan localizar "con precisión" a través de GPS.
Según ha señalado el Gobierno regional, a través de este sistema se conseguirá definir "puntillosamente" los límites de cada ayuntamiento" -cada uno de los mojones queda reseñado con sus coordenadas en una ficha-, con lo que se evitarán "conflictos de competencias municipales".
Además, se conseguirá que todas las administraciones -local, regional y nacional- y otros organismos, como el Catastro, trabajen a partir de ahora con los mismos datos derivados de la adopción de estas coordenadas oficiales.
Saludos Ñeros.
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