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sábado, 9 de octubre de 2010

VENDIMIA EN CANTABRIA, LA VUELTA A LA TIERRA.


Cuando el otoño se asienta en el calendario, la uva alcanza su grado óptimo de maduración. Llega el tiempo de la vendimia. Los catorce viticultores de Cantabria que elaboran y embotellan vino de denominación se hallan ya en plena faena. La mayoría empieza o realiza la recogida durante este fin de semana, aunque otros, por la maduración o características de sus uvas y del terreno, no cosecharán hasta dentro de una semana. Así, en Liébana esperan llevar toda la uva de los majuelos a las bodegas de aquí a la festividad del Pilar; en la Costa, mientras unos pocos ya han empezado a elaborar el mosto, otros van a demorar la vendimia hasta dentro de ocho o diez días.
En la denominación de Vinos de la Tierra Costa de Cantabria se trabajan unas 37 hectáreas, y unas sesenta en la de Vinos de la Tierra de Liébana, aunque de éstas últimas, apenas una quincena elaboran uva para comercializar; el resto para orujo o consumo privado. Según las primeras estimaciones, la producción de vino será algo inferior a la del pasado año: alrededor de 45.000 kilos en la comarca lebaniega y unos 90.000 kilos en la de la Costa. Tras el obligado paso por la bodega, acabarán llegando al mercado, allá por febrero, unas 140.000 botellas de vino controlado.
Este sector vitivinícola, que ya el pasado año movió algo más de medio millón de euros en la comercialización de los nueve caldos con nombre propio, sigue consolidando su presencia en la región. Tras empezar de la casi nada hace poco más de diez años suma ya catorce viticultores (con viñedos), de ellos nueve vinicultores (con bodega), a los que en la próxima vendimia de 2011 se sumaran otros tres productores más. Unas cifras que satisfacen al consejero de Desarrollo Rural, Jesús Oria, que ayer acudió a la plantación que Nacho Abajo tiene en Moncalián para recoger el primer racimo e 'inaugurar' la vendimia de este año en Cantabria.
«Se trata de una acto sencillo, pero memorable», comentó el consejero, porque «las viñas habían desaparecido de Cantabria, salvo en Liébana, y ahora se recupera con fuerza en toda la región y contribuye a la diversificación que pregonamos. El vino ha vuelto a cuajar ¿Quién nos lo iba a decir hace quince años?».
Carácter festivo
Allí, en la finca de Moncalián, Nacho Abajo recoge la mayor parte de la uva con la que elabora su vino Lancina. Acabará de meter en bodega este fin de semana la uva de sus tres hectáreas gracias al apoyo de amigos y allegados. Porque la vendimia no deja de tener un carácter festivo y familiar, un componente que también se ha recuperado, como la soldada en forma de almuerzo y otras viandas la final de la tarea.
Así se hizo ayer en la bodega que Abajo tiene en Gama y que harán otro tanto, por ejemplo, sus vecinos de Vidular, donde los Durán cuidan la mayor plantación que poseen y con las que elaboran su Ribera de Asón; como acostumbran, cuadrillas de amigos y familiares les echarán una mano todo este puente para vendimiar las cinco hectáreas.
Escena similar de amigos y familiares manejando tijera, tirando de cesta y compartiendo comida se vivirá en Nates, donde Benito Altuna espera poner a buen recaudo las uvas de las casi tres hectáreas que posee en aquel punto de la Junta de Voto. Araceli Bustamante recogerá en Liendo la uva de su hectárea, donde produce su Viña La Vida.
En las otras plantaciones de esta denominación retrasan la vendimia. Coral Saiz piensa recoger las dos hectáreas productivas que tiene en San Martín de Villafufre pasado el puente; será la cosecha con la que saque su primera añada de Señorío del Pas. En Valle de Villaverde, Fernando Renovales vendimiará su hectárea y media del que sale el Tejea Verde el miércoles, mientras que Nery Ojeda, en Esles, y Carlos Recio, en Valle de Villaverde, aguardarán hasta el 20-23 de octubre para iniciar la recogida; el primero, tres hectáreas para elaborar el Carrales de Cayón, y el segundo ocho hectáreas para el Casona Micaela.
En la otra esquina de la región, los viñedos acogidos a la denominación Vinos de la Tierra de Liébana están en plena campaña. Los que posee y alquila la Compañía Lebaniega de Vinos y Licores hasta un total de siete hectáreas para elaborar su Picos de Cabariezo estarán recogidos este fin de semana. Santi Dobarganes, por su parte, confía en vendimiar durante este puente sus dos hectáreas de las que obtiene el Lusía.