Es una pregunta muy incómoda para un político pero en los debates políticos está empezando a perder su condición de intocable por culpa de la crisis. ¿Tenemos en
Cantabria demasiados municipios? ¿Sería necesario reducir el número de
ayuntamientos para recortar el gasto público? Hace unas semanas Blanca Rosa
Gomez Morante, alcaldesa de
Torrelavega y presidenta de la Federación de Municipios de
Cantabria y esta semana la vicepresidenta del Gobierno regional, Dolores
Gorostiaga, aprovechando la asamblea de la Federación de Municipios han levantado la liebre. «Hay que repensar si la
organización administrativa actual es la adecuada para el siglo en el que vivimos. Cada vez se agrupan más los consistorios para hacerlos más óptimos desde el punto de vista económico», comento
Gorostiaga.
En
Cantabria solo las juntas vecinales de San Vicente de la Barquera han hecho movimientos, seis de los siete alcaldes pedáneos del municipio y el propio
Ayuntamiento ven con buenos ojos la disolución obligada de estos organismos locales por la escasez de ingresos. En Castro
Urdiales el
ayuntamiento tiene
dificultades para pagar las subvenciones y ayudas a las juntas, las han dejado al borde de la quiebra, sin dinero con el que afrontar los pagos de la luz, el agua, las basuras, el teléfono o el Impuesto de Bienes Inmuebles (
IBI).
El problema se ha notado primero en las
pedanías pero ahora son los
ayuntamientos los pueden convertirse en víctimas de los planes de austeridad y recorte de gastos. En
Cantabria viven 589.000 personas en 102 municipios. Es decir, cada municipio tiene una media, a 5.775 personas, una cifra muy baja en comparación con otros países de la Unión europea que ya se han atrevido a dar el paso de reducir
ayuntamientos y centralizar la gestión de servicios para ahorrar.
Gran Bretaña ha pasado de unos 1.500 a 400; en Alemania de 25.000 a 8.400; en Bélgica de 2.359 a 596, y en
Grecia de 5.300 a poco más de 1.000. España aún no ha dado este paso, y cuenta con 8.112 municipios.
El debate sobre la conveniencia o no de poner en marcha esta medida en España ya está en marcha. Hay estudios que apuntan un ahorro de unos 16.000 millones de euros si se consiguen unificar
ayuntamientos para que ninguno dé cobertura a menos de 20.000 habitantes.
Cantabria es un caso peculiar dentro de España por no haber cambiado nunca su mapa administrativo en los últimos doscientos años. Otras comunidades han restado o sumado municipios, pero
Cantabria como comunidad autónoma o como Provincia de Santander siempre ha mantenido los 102.
El presidente Miguel Ángel
Revilla también se ha mostrado partidario, el pasado mes de junio, de reducir el número actual de municipios «
es un disparate que haya un entramado administrativo en zonas con una población como la de Tresviso, con 60 vecinos, Pesquera, con 86, o Aguayo, con 92 habitantes» comentó. Rápidamente mandatarios del
PRC salieron para enmendar las palabras de su jefe de filas, antes de poder perder votos, Rafael de la Sierra comento que el Gobierno no se plantea «de ninguna manera» una reducción de municipios. «No se dan las condiciones para hacerlo ni hay estudios al respecto».
Sin embargo Rafael de la Sierra parece que miente, el Ejecutivo cántabro cuenta con un documento que encargó hace tres años a la Universidad de
Cantabria (
UC) en el que se detalla un plan inicial sobre el que apoyarse para debatir una división de la región en diez o doce comarcas, y que todavía no ha salido a la luz.
El estudio analiza en detalle cada una de las variables que afectan a la población, como los partidos judiciales, las escuelas, los centros de salud y hospitales, los accesos a la carretera y las barreras montañosas, etc. Así consigue distinguir las áreas de influencia de cada localidad para una
comarcalización racional. Este documento no dice que sólo deba haber doce
ayuntamientos en
Cantabria, sino que cada comarca, por ejemplo, tendría un núcleo de cabecera y varias localidades con delegaciones administrativas.
Al final del artículo 2 del Estatuto de Autonomía de
Cantabria dice "
Una Ley del Parlamento podrá reconocer la comarca como entidad local con personalidad jurídica y demarcación propia. La comarca no supondrá, necesariamente, la supresión de los municipios que la integran". Esta ley nunca se ha desarrollado, incluso sabiendo lo bien que funcionan tomando como ejemplo la Ley de
Comarcalizacion de
Aragón. Para mi, y se que para más gente, las comarcas son el modelo ideal, ya que es un punto intermedio entre el municipio, a veces demasiado pequeño para resolver problemas que se le quedan grandes, y la comunidad autónoma, demasiado grande para dar respuesta a cuestiones pequeñas.
Desde el
PSOE, Francisco
Fernández Mañanes, ha querido dejar claro lo complicado de materializar la medida, ya que cada municipio quiere «mantener su identidad», y defendió, muy
acertadamente, que los problemas de gastos «no están precisamente en los
ayuntamientos más pequeños». Isabel
Urrutia, como encargada de Administración Local del
PP, aboga por una propuesta «seria y prudente para no dañar
sensibilidades».
El debate está servido, pero ¿Quién le pone el cascabel al gato?
Saludos
Ñeros.