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domingo, 16 de diciembre de 2012

Esteru, la bendición de las Anjanas


Contaronme que las Anjanas son los seres más bondadosos de la mitología de Cantabria; protegen a las gentes honradas, a los enamorados y a quienes se extravían en el bosque o en los caminos.
Las Anjanas son seres menudos, hermosos, delicados y bondadosos que hacen frente al descomunal, horrible, feroz y malvado Ojáncano. Dicen que si sólo existiera el Ojáncano, azote de Cantabria y símbolo de todos los males que le afligen... la vida de un cántabro sería insufrible... Pero... afortunadamente existen las Anjanas... 
Cuentan algunos que antes, "cada cuatro o cinco años las Anjanas salían por la noche el día de Reyes y dejaban vestíos y zapatos a los críos probes".
"Pa que dejaran estos regalos había que decir esti cantar de rodillas delante del correor o de la ventana:

Que vengan las Anjanas
con los Santos Reyes,
pa alegrarnos la mañana
a las nenas y a los nenes.
Nosotros rezaremos
por las sus alegrías,
nosotros rezaremos
por las noches y los días..."
El caso es que una de estas Anjanas,  por cierto que muy guapa, alta y tresnáa, con el pelo como el sol y con sus ojos azules muy brillantes, andaba un día por el bosque cuando los enanucos que siempre la acompañan encontraron un niño abandonado junto al río. La Anjana se acercó a él mientras que todos los enanucos la miraban.

- “Es un neñu, en un neñu”, dijeron toos. –“No podemos dejarlo aquí, se moriría de fríyu”-, dijo la Anjana, -“tenemos que buscarle una casa con los humanos”-.

-“Desde ahora” –, dijo la Anjana al bebé, – “te llamaremos Esteru, porque es una güenura haberte alcontrau”. “Y te daré los regalos de ‘valentía’ y ‘bondad’, durante toa la tu vida”. 
Entonces la Anjana cogió al bebé y lo llevó a una casuca al otru lau del bosque onde vivían un hombre y una mujer que no tenían neños. “Ellos le cuidaran y estarán contentos de tener un neñu”, dijo la Anjana, y dejó al neñu en la puerta para ellos.
Esteru, aun no podía saber lo que la vida le depararía gracias a la valentía y bondad con los que le había vendecido la Anjana.
Y es que quien cosas buenas da, grandes ayudas recibe. Y lo bueno que hizo la Anjana le fué devuelto con creces. 
Las Anjanas como hemos dicho antes, parece que el destino no contento con lo mucho que ya hacen, tenían que llevar los regalos navideños a las casas cada 4 o 5 años, no pudiendolo hacer todos los años por diferentes motivos, sabiendose que en invierno las anjanas suelen descansar en sus moradas.
El caso es que un día, siendo Esteru ya un "hombrón" hecho y derecho "vio un rayu que asganzó la casa de los neños huérfanos que rápidamente empezó a arder en llamas. Corrió rápidamente hacia la casa y vio algunos neños en una de las ventanas, mu asustaos, gritando y pidiendo ayuda. Sin dudar ni un momentu, llegó hasta la casa que estaba en llamas y cubriendo a los neños con una manta para protegerlos del fuego, los sacó de la casa al través de una ventana del primer pisu.

Pero mientras él estaba tratando de salir, una viga de maera vieja y grande del techu se le cayó encima. Esteru cayó aplastau nel suelu y con gran dolor, su corazón dejó de latir. Las personas del pueblu lloraron cuando vieron la casa en llamas y supieron lo que había ocurriu, sabían que ya era tarde y no podían hacer nada. Pero… nesi mismu momentu fueron sorprendidos por una luz brillante que salia de la casa en llamas. Nadie podía ver lo que estaba pasando ahí adentru.

Pero adentru la casa, la Anjana que había alcontrau a Esteru en la orilla del ríu, cuando él era un bebé, apareció juntu a él y comenzó a llamarlo pol su nombre con su dulce voz: “¡Esteru! ¡Esteru!”. Y dijole: “Esteru, tú has sido un hombre güenu, lleno de fe y de güen corazón. Has dedicau la tu vida a hacer cosas pa los demás, y has dau hasta la tu vida pa salvar a otras presonas. Por eso, no quiero que te mueras. Yo quiero que vivas para siempre. D´ ahora en alanti, tú harás juguetes y otros regalos pa tolos neños de Cantabria y de tolos rincones del mundu”.

“¡¡Y nosotros te ayudaremos!!”, dijeron tolos enanucos que acompañaban a la Anjana, alredor de Esteru. 
El caso es que la Anjana no solo encargó un loable trabajo navideño a tiempo completo a Esteru,  si no que adaptandose a tiempos más modernos cedió a sus enanucos ayudantes al Esteru para su cometido, y al mismo tiempo librose del trabajo navideño que las ocupadísimas anjanas hacían cada 4 o 5 años. Algunos pueden pensar que la anjana subcontrató el trabajo navideño a Esteru, pero según dicen las anjanas ayudan a Esteru ya que este hace que durante este tiempo los neños sean muy buenucos.
 
Saludos Ñeros.