Hace más de 900 años, la Europa medieval se convirtió en la primera gran civilización que no funcionaba gracias a la fuerza muscular. Miles y miles de molinos de viento y norias transformaron radicalmente la industria y la sociedad. Fue una revolución industrial totalmente alimentada por energía renovable – con lo que hoy solo podemos soñar.
El viento y el agua movían los molinos que eran, en esencia, las primeras fábricas de la historia. Se trataba de un edificio, una fuente de energía, la maquinaria y los empleados, y de ellas salía un producto.

Además de la producción de harinas, dos aplicaciones importantes de la tecnología del molino de viento eran la desacación de terrenos o bombeos de agua y el aserrado de madera.
En europa los molinos también fueron utilizados para triturar yeso (necesario para fabricar cemento), triturar mortero, drenar las minas, ventilar pozos, pulir vidrio y en la fabricación de pólvora.
Como vestigios del pasado los molinos de viento del centro de Alemania nos recuerdan que aun es posible desarrollarse con energías renovables.
Saludos Ñeros