
El presidente del PP, Ignacio Diego, intenta cerrar las vías de agua abiertas en su larga campaña electoral durante los últimos días, principalmente tras mentir a la opinión pública sobre el incidente del puro de Revilla, el revolcón parlamentario en la sesión el lunes tras utilizar a una organización de juego ilegal para hacer oposición, sin olvidar el varapalo a las expectativas de campaña Santander con la capitalidad europea. El recurso no ha sido muy original. Volvió la COPE y a las páginas de El Diario Montañés para volver a ofrecer resultados de encuestas cuya ficha técnica, lo que les daría fiabilidad, se niegan a facilitar. A destacar dos hechos en la nueva entrega: vuelve a estar por debajo de la mayoría absoluta, que hace meses dio por segura, y reconoce que en 2007 fue un mal candidato, pero que ahora ha mejorado.