Yo no lo puedo negar, ayer lunes 21N he tenido un día de nuevas sensaciones. Sabiendo que el PP gobernará con mayoría absoluta en la Comunidad Autónoma de Cantabria y en España, la percepción de mi realidad a cambiado.
Ayer lunes me levanté temprano como todo obrero con trabajo, y todo un privilegio por mis gustos actuales por madrugar. Como obrero que soy me tengo que desplazar al lugar donde trabajo ya que el transporte público es inexistente donde vivo a estas horas, y a otras muy excaso. En Cantabria se puede decir que todo lo que no sea Santander es extrarradio, así que para desplazarme hasta mi trabajo, como muchas otras personas, tengo que pasar cerquita de un vertedero de basuras. La primera sorpresa del día, en el vertedero no había gaviotas, que aun más madrugadoras que yo siempre sobrevuelan el vertedero cuando yo paso por allí. Pensé: - Tal vez aun estén de resaca por el triunfo de anoche.
Parece que pasando la mañana me he ido despertando. Ya saben ustedes, los madrugadores, que antes de estar totalmente despierto los primeros momentos del trabajo uno los hace aun algo dormido, pero allá sobre las 10 de la mañana, ya habiendo mi cuerpo digerido el desayuno mi cuerpo me pide el bocata. Uno de chorizo, pedí en el servicio de comedor de mi empresa, para poder ir haciendome a la cantidad de chorizos que voy a tener que aguantar a partír de ahora.
El caso es que la mañana de ayer transcurrió ciertamente silenciosa, alguno viene a vacilarte por los resultados, pero con no seguirle mucho la corriente hoy es suficiente. Y fue pasando la mañana y las 8 horitas.
No vi gaviotas en el vertedero ¿Donde estarán? Mi cuerpo comió con más ganas el bocata de chorizo ¿Querrá estar prevenido? Y después de comer, habiendo desayunado bien, y habiendome un "antidótico" y "acostumbrador" bocata de chorizo a media mañana solo queda una cosa muy importante. Sentarse en el trono.
Sentarnos en el trono es para muchos un momento instructivo. Unos leen, otros piensan, otros miran el techo, y otros el suelo, con todo se aprende. Yo sentado en el trono me leo hasta la etiqueta del papel higienico. El caso es que las nuevas sensaciones, los momentos que aunque no sean los mejores siempre te acuerdas, ayer pasaron espaciadamente pero intensos. Como intenso me pareció a mi el hedor de la consecuencia tronil. Olía bien, os lo aseguro, olía como el mejor de los perfumes. Y mi única explicación es que cualquier cosa, incluso la mierda, cualquier cosa podrá oler mejor que lo que nos espera.
¿Que tiene que ver el título con lo que he escrito? Nada, pero si has leido hasta aquí es que te ha llamado la atención, gracias.
Saludos Ñeros
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